Salud oral y el Covid-19

En diciembre de 2019 apareció un nuevo virus SARS-CoV-2 en Wuhan, China, el cual ya ha presentado diversas variantes. El mundo está experimentando una enorme ola con la variante Ómicron del SARS-CoV-2.

Las estimaciones basadas en los modelos del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) sugieren que en torno al 17 de enero de 2022 había 125 millones de infecciones Ómicron al día en el mundo, lo que supone más de diez veces el pico de la ola delta en abril de 2021; debido a que la proporción de casos asintomáticos o leves ha aumentado en comparación con las variantes anteriores de este virus1.

La transmisión del SARS-CoV-2 suele producirse a través de las vías respiratorias superiores, como la nariz, la nasofaringe, la cavidad oral, la faringe y la laringe, con altos niveles de diseminación viral.

Estas características sitúan a los consultorios dentales como principales escenarios de riesgo de infección cruzada entre pacientes, dentistas y profesionales de la salud en el entorno clínico, incluidos los centros de cuidados intensivos dentales de los hospitales.

Los dentistas se encuentran entre los profesionales más expuestos al COVID-19. La cavidad oral y el entorno de trabajo representan una fuente potencial elevada de transmisibilidad y susceptibilidad a este y otros agentes etiológicos.

Este momento de pandemia representa una oportunidad para que el área odontológica haga hincapié en la prevención. Las estrategias incluyen la reducción de los factores de riesgo comunes, como el consumo de tabaco y alcohol, la promoción de una dieta saludable baja en azúcares, la fluoración del agua de la comunidad, los fluoruros tópicos y la promoción de la salud bucodental en los entornos comunitarios, así como énfasis en una buena higiene bucal con remoción de placa bacteriana de forma efectiva realizada como mínimo tres veces al día.

La educación dental, la investigación, las prácticas clínicas y la salud pública deben considerar varios aspectos importantes durante y después de la pandemia de COVID-19. Los datos preliminares indican que los síntomas orales son prometedores en muchos pacientes con COVID-19, especialmente en las primeras fases, antes de que aparezcan otros síntomas.

Los investigadores dentales y de la salud bucodental pueden desempeñar un papel más activo en la identificación y el diagnóstico tempranos de la enfermedad mediante la determinación de los mecanismos de la sequedad bucal y la pérdida del gusto y el olfato en los pacientes con COVID-19.

La odontología, como parte integrante del sistema sanitario, debe estar preparada para desempeñar un papel más activo en la lucha contra las enfermedades emergentes que amenazan la vida. Las medidas de protección y prevención tanto para los profesionales como para los pacientes en los atendimientos odontológicos siguen siendo necesarias y fundamentales tanto durante como después de la pandemia de COVID-19, para reducción de riesgo de contagios.

Referencias Bibliográficas

1. Murray CJL. COVID-19 will continue but the end of the pandemic is near. Lancet. 2022 Jan 19:S0140-6736(22)00100-3.

2. Pereira LJ, Pereira CV, Murata RM, Pardi V, Pereira-Dourado SM. Biological and social aspects of Coronavirus Disease 2019 (COVID-19) related to oral health. Braz Oral Res. 2020;34:e041.

3. Brian Z, Weintraub JA. Oral Health and COVID-19: Increasing the Need for Prevention and Access. Prev Chronic Dis. 2020 Aug 13;17:E82. doi: 10.5888/pcd17.200266. Erratum in: Prev Chronic Dis. 2020 Aug 27;17:E93.

4. Ren YF, Rasubala L, Malmstrom H, Eliav E. Dental Care and Oral Health under the Clouds of COVID-19. JDR Clin Trans Res. 2020;5(3):202-210.