Su trayectoria, marcada por experiencias personales y un espíritu de servicio, inspira a las nuevas generaciones de médicos a persistir y cumplir sus sueños.
Con una sonrisa que refleja orgullo y gratitud, la Dra. Patricia Fernández Urbina recuerda el día que llegó a Guadalajara para cumplir su sueño de estudiar Medicina. Venía de Estados Unidos, con muchas dudas y sin conocer a nadie.
“Me perdí, lloré, pensé que no iba a poder… pero la vida me puso ángeles que me ayudaron. Fue difícil, pero valió la pena”, cuenta conmovida.
Egresada en 2004, su paso por la Facultad de Medicina estuvo lleno de sacrificios: estudiar en un idioma distinto al que estaba acostumbrada, trabajar para costear su carrera y enfrentarse a momentos de incertidumbre; sin embargo, nunca dudó de su vocación de ayudar a los demás.
Pionera en medicina regenerativa
La Dra. Patricia Fernández egresó de la UAG en el 2004.
Hoy, tras años de preparación, múltiples especializaciones en medicina regenerativa, funcional y estética (incluida una formación en Suiza sobre células madre), la Dra. Fernández es pionera en México en este campo y dirige una de las clínicas más importantes de Latinoamérica de rejuvenecimiento integral: ATEMPO Smart Aging.
“Queremos que el paciente no solo viva más años, sino que los viva mejor”, explica.
En su clínica, combina terapias innovadoras como ozonoterapia, sueroterapia, nutrición, cámara hiperbárica y células madre, con el propósito de ofrecer calidad de vida a quienes buscan salud y vitalidad.
Una experiencia personal que marcó su vocación
Su motivación nació de una experiencia personal, su padre, enfermo de diabetes, estuvo a punto de perder un pie por complicaciones.
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“Todos decían que no había solución. Gracias a un tratamiento con células madre en Suiza, logramos salvarlo. Esa experiencia me marcó para siempre y decidí dedicar mi vida a la medicina regenerativa”, comenta.
Reconocimiento y compromiso social
El reconocimiento a su labor llegó con el título de Doctor Honoris Causa, un momento que describe como uno de los más emotivos de su vida.
“Fue un acuse de recibo a tantos años de luchar contra corriente, de atreverme a hacer algo distinto cuando nadie creía en ello. Para mí, lo importante siempre ha sido cambiar vidas, brindar esperanza y salud a mis pacientes”.
El egresado de la UAG recuerda con cariño sus años de estudio en esta institución.
Su compromiso social es igualmente sólido, en su trayectoria ha ofrecido tratamientos gratuitos a pacientes de escasos recursos y apoya a casas hogar con atención médica y ayuda económica.
“La Medicina es servicio, y nunca he olvidado por qué decidí ser doctora: para ayudar al prójimo”, afirma.
Autodeterminada, fuerte y profundamente independiente, la Dra. Patricia reconoce que su espíritu de ayuda ha sido la brújula que ha guiado toda su vocación médica.
Un mensaje para las nuevas generaciones
Cuando mira atrás, a aquella joven que llegó sola a Guadalajara con miedo, pero con un sueño firme, su mensaje es claro.
“Sí se pudo. Valió la pena cada sacrificio. Hoy me siento orgullosa de lo que soy y de lo que he logrado, y gran parte de ello se lo debo a mi paso por la Facultad de Medicina”, destaca.
A los estudiantes de Medicina que hoy comienzan su camino, les deja un consejo: “Persistan. Habrá obstáculos y momentos en los que sentirán que no pueden más, pero si su corazón les dice que nacieron para ser médicos, sigan adelante hasta lograrlo”.
Galería de fotos
En un acto lleno de simbolismo, tradición y compromiso académico. Autoridades universitarias, alumnos y familias compartieron el emotivo momento.
Bajo la premisa “Una Sola Salud”, la institución anunció la apertura de este nuevo programa que enriquece su ecosistema de salud.
Estas autorizaciones se suman a las ya existentes en otros estados, consolidando aún más la presencia de la UAG en la formación médica global.
Este programa forma líderes capaces de implementar estrategias de mejora continua, normativas de calidad y proyectos de innovación que respondan a los retos actuales de las organizaciones.