Variaciones extremas de temperatura, lluvias donde antes no caía agua, cada vez menos glaciares: el cambio climático cada vez se manifiesta más.
Con el cambio climático, los huracanes son cada vez más destructivos.
La actividad humana que provoca la quema de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) está alterando el balance energético vital creando gases de efecto invernadero. La cantidad de dióxido de carbono (CO2) y otros gases en nuestra atmósfera han crecido a niveles nunca vistos en el último millón de años, hasta un 60% por encima del promedio.
Este aumento en CO2 está recargando nuestro sistema climático con un exceso de energía, que en primer lugar está causando un aumento en temperatura en todo el planeta, tanto en la atmósfera como en los mares. De hecho, los mares absorben hasta un 90% del exceso de calor del planeta.
Una elevación en las temperaturas oceánicas por encima de lo normal afecta de manera
importante el desarrollo de tormentas, su potencia y su frecuencia, como resultado, los huracanes están experimentando "intensificaciones rápidas”. Debido a los cambios que estamos causando, la intensificación rápida ahora es dos veces más probable para los huracanes.
Huracanes “furiosos”
Esto lleva a fenómenos atmosféricos más agresivos. Los huracanes de categoría 5, están ocurriendo al principio de la temporada de huracanes, en vez de a mediados como normalmente ocurre, tal es el caso del huracán Beryl, que el 1 de julio se convirtió en huracán categoría 5 en cuestión de horas, después de entrar en las aguas más cálidas del Caribe, siendo uno de los huracanes en alcanzar esa fuerza tan pronto en la temporada.
Los huracanes generalmente necesitan que la superficie del mar esté al menos a 27 grados centígrados para desarrollarse. Las aguas en el Atlántico y el Caribe han registrado temperaturas mucho más altas, hasta de 30 grados en el Caribe.
En caso del huracán Milton, tras desarrollarse en el Golfo de México, se convirtió en uno de los huracanes más feroces de la región en cuatro días, llegando a categoría 5. De domingo a lunes, la velocidad del viento de la tormenta aumentó de 97 km/h a 290 km/h, resultando en una de las más fuertes en décadas.
En un artículo publicado en “Yale Climate Connections”, investigadores del Imperial College de Londres determinaron que el cambio climático ha causado un aumento de un 10% en la velocidad de vientos en los huracanes.
Mayores consecuencias
Aunque un aumento del 10% en los vientos puede no parecer gran cosa, los daños causados por los huracanes aumentan exponencialmente con la velocidad del viento. Por ejemplo, según la National Oceanographic and Atmospheric Administration (NOAA, por sus siglas en inglés), un huracán de categoría 2 con vientos de 161 km/h causará 10 veces más daños que un huracán de categoría 1 con vientos de 121 km/h.
El calentamiento global acelera el desarrollo de huracanes.
Esto incluye daños no solo causados por los vientos, sino también por marejadas, inundaciones y tornados. En resumen: un aumento del 10% en los vientos produce aproximadamente el doble de daños causados por huracanes.
Este año, el cambio climático aumentó la velocidad del viento del huracán Helene al tocar tierra en aproximadamente 21 km/h o 11%, y la de Milton en casi 18 km/h o 10%. Utilizando una función de daños y datos sobre el valor expuesto de los activos globales, los investigadores determinaron que el 44% de los daños económicos causados por Helene y el 45% de los causados por Milton podrían atribuirse al cambio climático.
Agregaron que el análisis "probablemente subestima el costo real de los huracanes, porque no captura los impactos económicos duraderos, como la pérdida de productividad y el empeoramiento de los resultados de salud".
Apenas, en octubre del año pasado, el huracán Otis pasó de tormenta tropical a uno de los huracanes más devastadores de la historia, causando destrucción y muerte en Acapulco.
Además de los fuertes vientos, estos fenómenos traen grandes lluvias.
Entramos en “aguas desconocidas”
El comportamiento de los fenómenos meteorológicos de los últimos tiempos nos está dando señales inequívocas de que el sistema climático, uno de los principales factores que sostienen la vida en nuestro planeta, está cambiando, estamos entrando en aguas desconocidas cuyos resultados apenas empezamos a conocer.
Debido a la cantidad de energía térmica que estamos adicionando a nuestra atmósfera por nuestras actividades, estamos recargando el sistema climático del planeta de manera peligrosa, llevando a nuestro planeta a puntos sin retorno en varios aspectos que son vitales, a puntos a partir de los cuales, el planeta no se pueda reponer.
Estamos creando un tipo de clima que pone en riesgo los mismos sistemas que nos dan vida. Los ecosistemas, la agricultura y el agua, se están afectando de tal manera que afecta negativamente a millones de vidas y hasta la estabilidad misma de los países.
Dr. Mauricio Alcocer Ruthling
Es Profesor-Investigador y Responsable Técnico del Centro de Tecnología en Iluminación de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), académico en la Maestría en Energía Renovable. Es experto en temas de cambio climático y eficiencia energética.
En su experiencia ha sido Director del Centro de Sustentabilidad y Energía Renovable de la UAG y Director de la Escuela de Biología. Fue Responsable Técnico del plan Estatal de Acción ante el Cambio Climático y Coordinador del Proyecto: Iniciativa de Ley Estatal ante el Cambio Climático.
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