Don Antonio Leaño Álvarez del Castillo fue recordado con una misa oficiada en el auditorio Dr. Luis Garibay y posteriormente el rezo del Rosario frente al mausoleo donde reposan sus restos, al lado de los de su esposa doña Paz.
La madrugada del día 4 de julio de 2010 marcó el fin de una etapa en la vida de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG). En las primeras horas de aquel lluvioso domingo falleció don Antonio Leaño Álvarez del Castillo a los 94 años de edad.
Su vida siempre estuvo ligada a la universidad. Fue el joven valeroso que participó en la lucha por la Libertad de Cátedra y Autonomía Universitaria que inspiraron la fundación de la primera universidad privada de México; el profesionista que gestionó el desarrollo de aquella naciente institución, y el directivo creativo que consolidó la estabilidad y sustentabilidad de la institución.
Así mismo, encabezó con un admirable sentido social y con acciones pragmáticas, un trabajo fecundo no sólo en el campo de la educación sino también en la agroindustria, el turismo, la comunicación, la construcción y muchas otras actividades que emprendió a lo largo de su vida.
Nació el 10 de enero de 1916 del matrimonio formado por el Ing. Nicolás Leaño y Juanita Álvarez del Castillo. Tenía 19 años cuando participó al lado de su hermano Ángel, de Carlos Cuesta Gallardo, Dionisio Fernández y otros jóvenes en el movimiento estudiantil de 1935 que fructificó con la creación de la universidad, denominada en aquellos primeros momentos Universidad de Occidente.
A partir de entonces, don Antonio se ocupó del desarrollo de la incipiente institución educativa; primero fue el reconocimiento oficial de las carreras profesionales a partir de acuerdos con la UNAM, y posteriormente, ya en los años sesenta, el crecimiento y consolidación material mediante planes de desarrollo visionarios y sustentables.
Así, surgió el primer campus de la UAG en Lomas del Valle, donde hoy se encuentra el Instituto de Ciencias Biológicas (ICB), y más tarde se construyó la actual Ciudad Universitaria, la que a su vez detonó un polo de desarrollo insospechado, uno de los más importantes en todo el país, al poniente de la zona metropolitana de Guadalajara en el municipio de Zapopan.
Realidades como el primer community college en México (ÚNICO), el desarrollo turístico Isla Navidad y otros no menos importantes en Barra de Navidad, Chapala y Ajijic; el valle agrícola de Tecomán, Colima, así como iniciativas en el ámbito social, cultural, editorial, inmobiliario y financiero, entre otros, surgieron y prosperaron bajo la dirección de don Antonio.
Fue Rector de la UAG de 1999 a 2005. Precisamente el 3 de marzo de 2005, durante la celebración del 70 aniversario de la fundación de la UAG cuand anunció su retiro. Posteriormente se le otorgó el nombramiento de Rector Vitalicio.
Los siguientes cinco años permaneció al lado de su esposa, doña María de la Paz Reyes, quien falleció un año después que don Antonio. Ambos están sepultados en una cripta construida a un costado de la Rectoría de la UAG.
El legado de don Antonio toma dimensión humana en su numerosa familia, pues sus hijos, nietos y hoy también los bisnietos participan activa y entusiastamente en las obras que edificó.
El décimo segundo aniversario luctuoso de don Antonio Leaño Álvarez del Castillo fue recordado con una misa oficiada en el auditorio Dr. Luis Garibay y posteriormente el rezo del Rosario frente al mausoleo donde reposan sus restos, al lado de los de su esposa doña Paz.
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