“El a mí no me va a pasar”, es posible que no aplique aquí y que usted sea parte de una población cada vez más creciente de personas adictas a esta herramienta.
Si usted cree que no pasa mucho tiempo en Internet y eso no lo hace adicto a esta herramienta, le tenemos una mala noticia: el hecho de revisar constantemente sus redes sociales, correo o páginas en las que navega inocentemente, tomar el celular y revisar si le han llegado mensajes o notificaciones, aunque pasé segundos unos minutos, ya lo haría entrar en la categoría de adicto.
Esto lo apuntaron en la conferencia “Adicciones Virtuales”, impartida en la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) y organizada por el Club de Ejecutivas y el Sindicato de Trabajadores Académicos y Administrativos de la institución.
En “Mitos de la adicción a internet” la Especialista de Reclutamiento y Selección de Recursos Humanos, Lic. Elizabeth Delgado Covarrubias, apuntó que existen muchos mitos sobre este problema que cada vez crece más en la población, al menos un 6% de la población mundial que tiene acceso a internet podría sufrir de este padecimiento, según investigaciones entre estas la del Cyberpshycology Behavior, and Social Networking.
Los mitos que se presentan a continuación son creencias erróneas y comunes que se tienen sobre esta adicción y se busca darlas a conocer para que la población conozca sus implicaciones en la vida diaria.
Mitos y realidades
Mito: Solo los adolescentes sufren esta adicción.
Realidad: Aunque sí es más frecuente en este sector de la población, la realidad es que cualquiera que usa un dispositivo electrónico o móvil podría padecerla.
Mito: El Internet es menos adictivo que las drogas.
Realidad: Los estudios de investigación sugieren que el uso de Internet podría tener los mismos efectos en el cerebro, similares, al consumo de drogas.
De hecho, se ha descrito que la materia gris y ciertas partes físicas del cerebro se ven transformadas por el uso constante del Internet, similar al de personas que usan drogas, con afectaciones cognitivas, emocionales, entre otros padecimientos.
Mito: Para determinar si una persona tiene una adición a internet basta con determinar el tiempo que está conectado.
Realidad: La adicción de Internet no viene definida por la cantidad de horas que una persona se le dedica, pero sí con la repercusión que este uso esté teniendo en su vida.
La adicción al internet es una realidad y si se usa de manera inadecuada nos quita el sueño, tiempo de vida, ratos de calidad con nuestros seres queridos y con nosotros mismos para aprender nuevas habilidades, comunicarnos efectivamente y crecer.
“Por eso les recomiendo que piensen seriamente cómo el Internet afecta sus vidas, cuál es su papel y el de ustedes, cómo afecta a sus familias y qué hacen para tener vidas más ricas y llenas de experiencias en el mundo real. No sean presas del mal uso de esta tecnología”, compartió.
Galería de fotos
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