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Con canchas llenas de energía, risas y sana competencia, los estudiantes vivieron este evento que combina deporte, compañerismo y aprendizaje en cada jugada.
A través de estas actividades se fomentó la convivencia y compañerismo.
Risas, gritos de apoyo y mucha emoción se escucharon en cada rincón de UAG High School durante las Tecolimpiadas.
Estudiantes de todos los grados se reunieron para competir en competencias futbol, pádel, voleibol y basquetbol, pero lo que realmente destacó no fueron los marcadores, sino el espíritu que se respiraba en cada partido.
Más que ganar, aprender a crecer
El coach que acompañó las competencias compartió que este tipo de actividades ayudan a los jóvenes a desarrollar habilidades que van más allá del deporte.
En cada juego, los alumnos aprenden a organizarse, a trabajar en equipo, a manejar la frustración y, sobre todo, a confiar en los demás.
Son ellos mismos quienes forman sus equipos, planean horarios y se encargan de los detalles de inscripción y logística.
Todo eso los hace más responsables, independientes y comprometidos.
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El deporte como estilo de vida
Además del compañerismo, las Tecolimpiadas también promueven el bienestar físico y mental.
Moverse, competir sanamente y cuidar su alimentación se vuelve parte del aprendizaje.
El ejercicio se convierte en una forma de liberar estrés, mejorar la salud y fortalecer la mente.
Un recordatorio del espíritu Teco
Más allá de los trofeos, las Tecolimpiadas dejaron momentos que quedarán grabados en la memoria de todos, como abrazos después de los partidos, risas entre equipos rivales y la satisfacción de saber que cada esfuerzo valió la pena.
Este evento, hecho por los estudiantes y para los estudiantes, demostró una vez más que en la UAG High School el verdadero triunfo está en aprender juntos y disfrutar el camino.
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